Ahora hace ya seis aÒos de esto. Jam·s he contado esta
historia y los compaÒeros que me vuelven a ver se alegran de
encontrarme vivo. Estaba triste, pero yo les decÌa: "Es el
cansancio".
AI correr del tiempo me he consolado un poco, pero no completamente.
SÈ que ha vuelto a su planeta, pues al amanecer no
encontrÈ su cuerpo, que no era en realidad tan pesado... Y me
gusta por la noche escuchar a las estrellas, que suenan como
quinientos millones de cascabeles...
Pero sucede algo extraordinario. AI bozal que dibujÈ para el
principito se me olvidÛ aÒadirle la correa de cuero; no
habr· podido at·rselo al cordero. Entonces me pregunto:
"øQuÈ habr· sucedido en su planeta?
QuÌz·s el cordero se ha comido la flor..."
A veces me digo: "°Seguro que no! El prÌncipito cubre la
flor con su fanal todas las noches y vigila a su cordero". Entonces
me siento dichoso y todas las estrellas rÌen dulcemente.
Pero otras veces pienso: "Alguna que otra vez se distrae uno y eso
basta. Si una noche ha olvidado poner el fanal o el cordero ha salido
sin hacer ruido, durante la noche...". Y entonces los cascabeles se
convierten en l·grimas...
Y ahÌ est· el gran misterio. Para ustedes que quieren al
principito, lo mismo que para mÌ, nada en el universo
habr· cambiado si en cualquier parte, quien sabe dÛnde, un
cordero desconocido se ha comido o no se ha comido una rosa...
Pero miren al cielo y pregúntense: el cordero øse ha comido la
flor? Y verÈis cÛmo todo cambia...
°Ninguna persona mayor comprender· jam·s que esto sea
verdaderamente importante!
Este es para mÌ el paisaje m·s hermoso y el m·s
triste del mundo. Es el mismo paisaje de la p·gina anterior que
he dibujado una vez m·s para que lo vean bien. Fue aquÌ
donde el principito apareciÛ sobre la Tierra, desapareciendo
luego.
ExaxnÌnenlo atentamente para que sepan reconocerlo, si algún
dÌa, viajando por Africa cruzan el desierto. Si por casualidad
pasan por allÌ, no se apresuren, se los ruego, y
detÈnganse un poco, precisamente bajo la estrella. Si un
niÒo llega hasta ustedes, si este niÒo rÌe y
tiene cabellos de oro y nunca responde a sus preguntas,
adivinar·n en seguida quiÈn es. °Sean amables con
Èl! Y comunÌquenme r·pidamente que ha regresado.
°No me dejen tan triste!
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